quarta-feira, 5 de março de 2014

Os sons do flamenco

O famenco punge e devassa-nos. São sons profundos que nos tocam e nos arrastam num mistério  de sedução e de prazer.  Vêm de longe para nos sacudir e  inquietar. Privar-nos desse exercício é rejeitar a harmonia de um dos mais belos cantos.
Enrique Morente , já desaparecido, continua a ser um dos nomes maiores desse canto. Apresentam-se alguns registos notáveis.

Do  álbum "DESPEGANDO", 1977
guitarra: PEPE "HABICHUELA"

"Si yo encontrara la estrella que me guiara,
yo la metería muy dentro de mi pecho y la venerara,
si encontrara la estrella que en el camino me alumbrara.

Como relámpago de fuego fuiste
que en mi sentimiento entraste.
Dejaste encendido el fuego 
y entre llamas me dejaste.

Estrella, llévame a un mundo
con más verdades,
con menos odios, con más clemencia 
y más piedades.

Romperemos las nubes negras
que nos engañan, que nos acechan.
Abriremos un mundo nuevo 
sin fusiles ni venenos.

Estrella, si te encontrara
me darías tú la fuerza que necesito
para vivir en este mundo de confusiones,
de misiles y de motores.

o tal vez e llevarías 
por caminos y por montes
donde tú alumbras campos de amores,
campos de luces y corazones."


Do álbum "SACROMONTE", 1982
guitarras: "TOMATITO", ISIDRO "SANLÚCAR",
a letra é um fragmento de "LA TONÁ DE LA FRAGUA
(SEGUIRIYAS GITANAS)" de MANUEL MACHADO:

Mi pena es mu mala,
porque es una pena que yo no quisiera
que se me quitara.

Vino como vienen,
sin saber de dónde,
el agua a los mares, las flores a mayo,
los vientos al bosque.

Vino, y se ha quedado
en mi corazón,
como el amargo en la corteza verde
del verde limón.

Como las raíces
de la enredadera,
se va alimentando la pena en mi pecho
con sangre e mis venas.

Yo no sé por dónde,
ni por dónde no,
se me ha liao esta soguita al cuerpo
sin saberlo yo.


Fragmentos de Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores
Música: Enrique Morente
Letra: Federico García Lorca


Madre, llévame a los campos
con la luz de la mañana
a ver abrirse las flores
cuando se mecen las ramas.

Abierta estaba la rosa 
con la luz de la mañana, 
tan roja de sangre tierna 
que el rocio se alejaba
tan caliente sobre el tallo
que la brisa se quemaba,
¡tan alta! ¡cómo reluce!
¡abierta estaba!

Mil flores dicen mil cosas
ay para mil enamoradas
y la fuente está contando
lo que el ruiseñor se calla.

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